
Liberación Espiritual
La liberación espiritual se la realiza cuando una persona se encuentra atada a huestes espirituales malignas, que se han apoderado de su vida. Esto sucede porque la persona le ha dado derechos legales al enemigo, a través del pecado, para que sus demonios entren y afecten su cuerpo, su mente y su espíritu.
Es importante aclarar que estos ataques no solo se pueden presentar en los incrédulos sino también en los creyentes que han dejado alguna puerta abierta al diablo. Dentro del alma pueden residir nuestras heridas, ataduras, falta de perdón, resentimientos, baja autoestima y sobre todo pecados ocultos.
Para que la liberación tenga lugar es fundamental que la persona quiera ser libre, que confiese todos sus pecados y que esté dispuesta a dejar su vida pecaminosa atrás. Esto a su vez debe ir acompañado de un profundo amor, fe y confianza en el Señor. Un siervo de Dios será quien toma la autoridad durante este proceso mientras que los demás interceden en oración.
Cuando una persona ha sido liberada deberá cambiar su estilo de vida, dejar sus viejas costumbres y no volver al pecar. Para evitar otro ataque, será necesario vivir en santidad, reforzar la fe, mantener la comunión con nuestro Padre Celestial, fortalecer nuestro espíritu con su presencia, nutrirnos con la palabra de Dios y cuidar nuestras acciones. ¡No debemos abrir otra vez la puerta al enemigo!
Si necesitas ayuda espiritual, quieres transformar tu vida y recibir a Jesús en tu corazón, te invitamos a que des un paso de fe y nos contactes. ¡Dios te bendiga!